lunes, 9 de noviembre de 2020

La Revolución Industrial (1760-1840)

 


Se denomina Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una sociedad cuando su economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía para depender de la industria. La Revolución Industrial nace en Gran Bretaña y se extiende luego al resto de Europa. Dentro de sus antecedentes la economía existente antes de la revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la productividad era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que recordar que el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en las que todo, incluyendo las personas, se consideraban una propiedad del rey.

Por su parte, el origen y nacimiento de la Revolución Industrial nace en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y no absolutista, que consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se unió una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. 

Principales Características

Se produce un cambio rápido y en profundidad que afecta a todas las estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos, socioeconómicos y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos materiales como el acero a fuentes energéticas como el carbón y máquinas motrices como la máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la Revolución Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen aumentar rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el desarrollo del trabajo y la especialización de la mano de obra. El transporte se desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos harán crecer el papel de la industria y el comercio. 

Causas

La Revolución Industrial se debió fundamentalmente al empleo intensivo de la maquina en la producción (resultado de la evolución científica y tecnológica). A la inversión de fuertes capitales (capitalismo industrial); es decir, que se unió la ciencia al capital. Al deseo de mejorar los niveles de vida de la población; y a un excesivo afán de lucro de parte de los empresarios. 

Consecuencias

Las principales consecuencias de la Revolución industrial, fueron las siguientes: – La Revolución Industrial constituyó el origen de la Sociedad Contemporánea, es decir, que originó ella profundos cambios en la vida de los pueblos, tanto en el orden económico y social como en el político, científico, cultural, desde fines del siglo XVIII hasta el presente. – Aumentó, en forma extraordinaria, la riqueza del mundo, y aunque los beneficiados fueron mayormente los industriales y comerciantes, también los pobres mejoraron algo en sus niveles de vida, tanto en lo relacionado con los salarios, la alimentación y el vestido como con la educación y la cultura. – Se acrecentó considerablemente la población del mundo. – Se produjo una mayor expansión colonial. Ello obedeció al propósito de abrir nuevos mercados como, fundamentalmente, a obtener materias primas para la floreciente industria de sus pueblos. – Nace el capitalismo industrial, a la vez que se consolida el poder de la burguesía capitalista. – Surge una producción masiva y en serie de artículos manufacturados, a la vez que la agricultura mecanizada brinda un rendimiento extraordinario; ello contribuye a abaratar los precios y a facilitar su adquisición en mayor volumen. – Nace una nueva sociedad. La sociedad Industrial, a base de la existencia de dos clases sociales de antagónica posición: la capitalista industrial y la proletaria u obrera. – Surgen agudos problemas de carácter social, emanados precisamente de los conflictos de clases (lucha de clases), es decir, de la pugna surgida entre los proletarios u obreros y los capitalistas o industriales. 

Principales inventos y descubrimientos

Los principales inventos y descubrimientos de carácter científico y tecnológico que contribuyeron a la mecanización de la industria y, en consecuencia, a su formidable desarrollo hasta finalizar el siglo XIX, fueron numerosos y variados e hicieron su aparición o se produjeron, mayormente, en Inglaterra, algunos de ellos son: 

1. Las máquinas para desmontar, hilar y tejer algodón. 

2. La máquina de vapor, tuvo tres principales aplicaciones: en la industria textil, la minería y los transportes, mediante el empleo del telar mecánico impulsado por la máquina de vapor, el barco de vapor y la locomotora de vapor (ferrocarril). 

3. El uso de la electricidad, cuya base lo constituye el motor eléctrico, origen de los tranvías eléctricos, las locomotoras eléctricas y el alumbrado eléctrico. 

4. La invención del telégrafo, el teléfono y la radiotelegrafía. 

5. La invención del motor de explosión, más liviano, que utilizó el petróleo al comienzo y, luego, la gasolina, ello originaria, asimismo, una revolución en los medios de transporte al hacer su aparición el automóvil, el avión, el dirigible, el submarino, etc. 

6. La sustitución del hierro por el acero. 

7. La inversión de los productos sintéticos. 

8. La invención de la dinamita. 

9. La invención del cinematógrafo y de los aparatos de refrigeración 

10. La invención de la máquina de coser. 

11. La construcción de las vías ferreas y redes camineras. 

12. La construcción de barcos mercantes y de guerra.

Economía y trabajo

El maquinismo exigió una importante inversión de capitales. Hasta ese momento la burguesía lo destinaba a los bancos y al comercio, pero notó el importante negocio que significaba producir a bajo costo y en grandes cantidades. Así nació la burguesía industrial, los dueños de las grandes fábricas, que pondrán fin a los pequeños talleres artesanales. A los artesanos, que trabajaban por su cuenta, no les quedará otra opción que trabajar para estas fábricas y cerrar sus talleres. A este sistema se lo llamó capitalismo industrial porque la industria será el nuevo centro de producción del capital al que estarán lógicamente asociados la banca, financiando la producción y las ventas, y el comercio.

La revolución industrial determinará entonces la aparición de dos nuevas clases sociales la burguesía industrial (los dueños de las fábricas) y el proletariado industrial (los trabajadores). Se los llamaba proletarios porque su única propiedad eran sus hijos o sea su prole.

Las ciudades comenzaron a llenarse de establecimientos industriales y estas fábricas demandaban cada vez más mano de obra. Muchos campesinos comenzaron a trasladarse hacia los centros urbanos en busca de trabajo. Los campesinos tenían muchos hijos, porque en el campo significaban más brazos para trabajar, pero en las ciudades las familias numerosas se veían en serias dificultades porque siempre la cantidad de puestos de trabajo era menor a la cantidad de gente que lo necesitaba. La gente no paraba de llegar y esto empeoraba las cosas, porque los salarios se regían por la ley de la oferta y la demanda: si había mucha gente que necesitaba trabajo los patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando para tomar niños y pagarles menos. 

Sociedad y Cultura

Los cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso de la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a una mejor alimentación de la población). Esto provocará que la población europea se multiplique en pocos años.

Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural hacia las ciudades (la revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de obra en el campo) da lugar a la aparición de una nueva clase trabajadora que se agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas, tanto en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan. En las fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la semana. En los suburbios superpoblados y sucios son víctimas de epidemias de fácil propagación. La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a organizarse para la defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.

Con la revolución industrial también crecen los conflictos sociales. A muchos capitalistas no les importaba que sus trabajadores, a veces niños de siete años, trabajaran 12 o 14 horas por día en condiciones insalubres con graves riesgos físicos. Su única preocupación era aumentar la producción al menor costo posible, es decir pagando el salario más bajo que se pudiera, aprovechándose de la gran cantidad de desocupados que había. Esta situación de injusticia llevó a la aparición de los primeros sindicatos de trabajadores y las primeras huelgas en demandas de aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. La unión de los trabajadores posibilitó la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y el mejoramiento de su calidad de vida.

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